domingo

MnBo de So Lo: EL PATIO DEL SOMBRERERO

Hubo una época, mucho antes de leer “Alicia en el país de las maravillas”, en la que mientras jugaba en un patio, veía a mi bisabuelo asturiano, a quien yo llamaba “abuelo”, ocuparse de unos sombreros. Los limpiaba, se secaban al aire y les cosía las cintas y lazos. Atendía a los clientes cuando le llevaban y recogían sus sombreros. Entonces, los clientes se los probaban frente a un espejo y abuelo les ayudaba a ajustarlos bien.

Los ajustes finos de tamaño los hacía en un molde de madera de dos partes con un mecanismo de tornillo. Unos sombreros pasaban previamente por la “prensa”. El paño quedaba entre los moldes colocados dentro de la prensa y el calor de su hornillo aseguraba la forma adecuada del sombrero. “Abuelo” y su hijo, mi tío abuelo, eran “los Ángeles de los sombreros”.

Yo procuraba no arrollar los sombreros que yacían en el patio cuando montaba en la bicicleta o en el carrito de mi primo. Me empapaba sacando agua del pozo, perseguía a las gallinas y a los guanajos, me deleitaba contemplando las tejas y las violetas de los canteros, y jugaba a los títeres con el mono Pancho. Una tía pintaba en el pasillo del patio, junto al busto hecho por ella, al que me gustaba meterle los dedos en la nariz. Abuela hacía meriendas de pan con aceite de oliva, galletas de sal o de soda con queso blanco, queque, natilla y arroz con leche con canela.

De vez en cuando, abuelo me regañaba. “Apéate de ahí”, me decía blandiendo unas cuerdecillas, cuando yo intentaba subir a una “mata” (árbol) de mangos. Una vez lo conseguí. Una mañana, me llevaron al “colmao” a ver los papalotes, coroneles y chiringas que vendían los chinos. Me compraron un papalote y me empeciné en empinarlo, pero, o se enredaba en las hojas de los árboles o iba a parar al tejado. Tenía cuatro años.

En "So Lo y sus cincuenta y cuatro MnBo".

EL PATIO DEL SOMBRERERO

10 × 30 × 10 cm

Botellas, mallas / redes y piezas de plásticos; plástico impreso, corchos, papel, cuerda de algodón, tejido, alambre, imperdibles y muelle reutilizados; hilo de nylon; fibra óptica; LEDs: uno rosa, dos verdes, dos amarillos, dos rojos y dos amarillos vela; cables, cuatro interruptores y tres baterías de 3 V y de 1,5 V.

Obra de la colección "Cincuenta y cuatro MnBo de So Lo".

En "Cincuenta y cuatro MnBo de So Lo" y "So Lo y sus cincuenta y cuatro MnBo".

sábado

MnBo de So Lo: VOCIFERONTE DE LA ESPERANZA DESESPERADA

VOCIFERONTE DE LA ESPERANZA DESESPERADA

21 × 10 × 10 cm

Botella, tapas / tapones, malla y bolígrafo de plástico; caracola; cinta; LED rojo, auriculares, cables, interruptor, batería de 3 V.

Obra de la colección "Cincuenta y cuatro MnBo de So Lo".

En "Cincuenta y cuatro MnBo de So Lo" y "So Lo y sus cincuenta y cuatro MnBo".

Una caracola con una espiral como la espiral de nuestros oídos, suspendida en una red de plástico verde que no permite escuchar el sonido del mar. Un micrófono-altavoz verde abierto vocifera con luz roja, cual faro que alerta del inminente desastre, mensajes que se pierden en la espiral de las intrincadas redes de la estulticia humana.

En "So Lo y sus cincuenta y cuatro MnBo".

viernes

Upcycling con cincuenta y cuatro MnBo de So Lo

Años ha que pienso y siento que mi mundo y el crecimiento son finitos. Supra-reciclando doy luz a tribulaciones e ilusiones y encauzo mi deseo de reutilizar diversos residuos como contenidos en continentes, cual mensajes en botes y botellas: los MnBo.

Dedicado a quienes salvan vidas en nuestro maltratado planeta, en cualquier sitio, sobre todo en los sitios más recónditos y olvidados. Con enorme agradecimiento al personal del Hospital Universitario La Paz de Madrid, en particular de Urgencias y del Servicio de Cardiología, especialmente de la sección de Hemodinámica y muy especialmente de Cuidados Intensivos Unidad Coronaria. 

En "Cincuenta y cuatro MnBo de So Lo" y "So Lo y sus cincuenta y cuatro MnBo":